Hace unos días preparé unos calabacines gratinados con un vino rosado, pero me quedé con una duda, por lo que ayer los volví a preparar, pero cambiando el queso y la margarina por aceite de oliva y añadiendo un poco de albahaca, lo que ha resultado un plato con un sabor diferente al anterior pero ideal para un vino tinto con uva 100% tempranillo y criazo en barrica mixta de roble americano y francés.
Con los cambios realizados, este plato se combina muy bien con LONDOÑO Crianza 2006, ya que el sabor del calabacín con el toque de albahaca enaltece el sabor, y combinado con el vino, deja una sensación más intensa, además con el queso de cabra, le da una cremosidad más duradera.
He de añadir que mi intención inicial era preparar el plato para una cena, pero pienso que este plato es más para una comida, ya que se saboreará mejor.
Si quieres ver como lo he preparado, pulsa aquí.
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